The Promise

domingo, 28 de febrero de 2010

comunidad

Maria Elena León Avendaño. 2° III
COMUNIDAD
Éramos cinco amigos; una vez salimos en fila de una casa; primero vino uno y se puso junto a la entrada, luego vino, o mejor dicho, se deslizo tan ligeramente como se desliza una Bolita de mercurio, el segundo y se puso no muy lejos del primero, luego el tercero, luego el cuarto, luego el quinto. Finalmente Estábamos todos de pie, en una línea. La gente se fijó en nosotros y señalándonos, decía: todos acaban de salir de esa casa… desde entonces vivimos juntos, y tendríamos una vida pacifica si un sexto no viniese siempre a entrometerse. No nos hace nada, pero nos molesta, lo que ya es bastante; ¿por qué se introduce a fuerza allí donde nadie lo quiere? No lo conocemos ahora pero aquello que entre nosotros cinco es posible y tolerable, no es posible ni tolerado con respecto a aquel sexto. A demás somos cinco, y no queremos ser seis. Y qué sentido, sobre todo puede tener esta convivencia permanente, si ya estamos y seguimos estándolo, pero no queremos un nuevo nexo, precisamente en razón de nuestras experiencias. Pero ¿cómo explicar esto a un sexto, puesto que las largas explicaciones significarían ya una aceptación a nuestro circulo? Es preferible no explicar nada y no aceptarlo. Por mucho que frúnzalos labios lo alejamos con el codo, pero más que lo hagamos vuelve otra vez.

1 comentario:

  1. hola solo te quiero decir q tu texto me revolvio un poko j@ pero le entendi tkm

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